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Luego de casi seis meses de que se nos pida quedarnos en casa para mantener a salvo nuestra salud y la de los demás, las personas pasamos por un sinfín de sentimientos. Algunos y algunas, quizás con menos intensidad que otras, pero siempre transitamos por diferentes emociones.
Hay una emoción que en general ha logrado unirnos - a pesar de la distancia -: la del “encierro”. Muchas personas lo han vivido desde sus casas, y muchas otras desde la lejanía de su hogar. Sea como sea, el encierro ha existido. El encierro físico, y el encierro mental. Este encierro mental, se convierte en un arma psicológica peligrosa, y a la vez, se puede convertir en nuestro refugio creativo - artístico, más inmediato.
El arte, desde tiempos primitivos, ha servido para expresarnos y comunicar. Este momento histórico no es la excepción. Estamos dentro de un período histórico impresionante con miles y miles de consecuencias, económicas, sociales, demográficas, personales, y artísticas, sin duda.
Cada persona está pasando su propia pandemia. Una pandemia de sentimientos, emociones y sensaciones. Y esta pandemia, esta crisis, le va a hacer pasar momentos de mucha cordura, y otros momentos de harta locura. Esta pandemia global, nos hace pensarnos cómo habitantes del aquí y ahora, y repensarnos. Es una obra teatral constante. Ese repensarnos crea reflexión y esa reflexión puede llevarnos a expresarse, expresarnos… y algunos lo harán a través de algún trabajo artístico. Enhorabuena.
Yo, por mi parte, he vivido la pandemia desde el Caribe Sur, sí, Puerto Viejo de Talamanca. En menos de 9 meses me he cambiado 3 veces de casa, y he estado viviendo en una comuna local, en frente del mar, y en medio de la selva tropical. He tenido siempre apoyo, he tenido siempre comida, y he estado acompañada de una grandiosa burbuja social. Y a pesar de todo ello, he estado ^encerrada^, he estado asustada, enojada, triste… feliz, motivada y creativa. Sea donde sea que estemos, estamos pasando una encerrona mundial-personal. Es una dicotomía entre que todos y todas estamos pasando por lo mismo, pero yo lo estoy pasando así - así - y así. Y todo es válido.
Cuando valido todas estas emociones, me permito el momento de escucharme y crear. Incertidumbre, caos y nada. Eso lo único que puede generar es que intentar cualquier cosa puede salir de cualquier manera, y por solo intentarlo, está bien. Eso es para mí, lo que esta crisis nos puede generar de tanta reflexión interna: lo único que pierdo de no intentarlo, es la oportunidad. Realmente intentarlo está bien porque estamos en el momento perfecto, ya no sé si mañana vaya a tener el chance, y si lo tengo, lo sigo trabajando, y de pronto, tengo una esperanza de seguir… “para mañana ya tengo chance de…” Y dibujo de a pocos mi mañana, y de a pocos, voy saliendo.
Este momento de pandemia personal, es el momento de “encerrona” por el que transitamos todos los y todas las artistas, a la hora de crear. Siempre estamos en pandemia emocional, siempre estamos en encerrona personal, cuando nos proponemos a crear, y a veces ni nos damos cuenta de lo que estamos pasando, pero lo utilizamos, todo funciona. Tenemos que pasar por esos momentos oscuros para encontrar la luz.
Y eso es lo que podemos entender como humanidad ahorita, estamos pasando un momento para llegar a una claridad juntos y juntas, a una luz personal a la vez. Y esto va a ser de cada uno, de cada una, porque lo de afuera, no se sabe cuánto vaya a durar, pero lo que estamos sintiendo ya mismo, es lo que podemos trabajar, y quién sabe, inclusive toda esta vorágine de sentimientos, los podamos convertir en un “algo” artístico. Ahora es el momento para probar, aventurarse, adentrarse más… y quizás por ahí, logramos salir, sin pausa pero sin prisa…
YENIFER SANDOVAL JIMÉNEZ
@YESAJI arte y movimiento
Eso Yen !!!
ResponderBorrary q nos aproveche la encerrona a tods!!!