La
verdad, voy a ser sincera, cuando era pequeña quería ser actriz. Nunca había asistido al teatro pero yo quería llegar a estar en un
escenario. Fue en ese momento que decidí entrar en algunos cursos
libres de teatro durante las vacaciones escolares para saber si
realmente me gustaba. Finalmente, cuando hice la gira universitaria
que realizó mi colegio (en décimo año) para ver la oferta
académica y me vi en el stand de Artes Dramáticas de la Universidad
de Costa Rica. Me llevé el programa de estudio a la casa, el cual
aún conservo. Cuando llegó la época de entrar a la Universidad,
fui a averiguar de la prueba específica para entrar a la carrera de
teatro y bueno… ¡me aceptaron!
Ese
fue el inicio. ¿Cuál fue la razón? Hasta ese momento no lo tenía
clara. De hecho, algunos detalles nunca los pude tener claros;
sobretodo porque no tenía ni 20 años. La razón era sólo un sentir
y no algo que pudiera verbalizar.
Me
sucedió en algunas ocasiones que, cuando decía que estudiaba - o
había estudiado – teatro; me preguntaban: “¿Eso se estudia?”,
“¿No sabía que es una carrera?” Pues sí, es una carrera
universitaria: 4 años para Bachillerato y 5 años para Licenciatura
(como todas las carreras en la Universidad de Costa Rica).
La
formación como profesional del teatro permite trabajar en:
actuación, dirección, maquillaje, lo técnico en cuanto: luces,
sonido, audiovisual; escenografía, vestuario, gestión y producción
cultural, locución, dramaturgia (y escritura de guiones), docente en
cursos como: Uso y manejo de la voz, Expresión Corporal, Teatro
para: niños, jóvenes, adultos mayores; Promotor de la Salud a
través del teatro; entre otros. Ser profesional del teatro requiere
de: entrega, tiempo, estudio, entrenamiento, investigación, lectura,
observación, disciplina y múltiples tareas más para lograr un
resultado escénico.
Algunos
años después de graduarme; tuve la oportunidad de trabajar con la
compañía (a la cual pertenezco actualmente): Raiz Teatro. Es aquí
donde logré tener más experiencia como actriz. Además con tener
vivencias personales que me llevaron a encontrar razones que me hacen
feliz y me llenan.
Hoy
puedo decir que el teatro es un arte, un transformador social que
llega tanto a quien lo hace como al que lo observa. En el, se reúnen
distintas formas de expresión artística: música, vestuario, baile,
artistas que interpretan, que dirigen, que escriben. El teatro es una
amplia riqueza estética en una sola representación. Para mí hacer
teatro es reparador, es terapéutico, es un reto, es algo que me
completa, me permite entregar, recibir y sentir.