miércoles, 28 de julio de 2021

El sentido del tacto y "lo político"


 

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Todo es político”; no creo que exista una frase que resuena más en el inconsciente colectivo actual que esta: “todo es político”. Me atrevería a decir que es más fácil definir “el todo” que “lo político”. Por eso no pretendo entrar en ese terreno pantanoso, sino que me voy a acercar al término desde mi área de trabajo, el teatro, específicamente la dramaturgia.


Y lo digo porque los dramaturgos apreciamos más que nadie las bondades del conflicto, por eso me siento atraído por el hecho de que solo falta soltar la palabra “política” en una conversación para caldear los ánimos, incomodar a los familiares y convertir cualquier reencuentro con amigos del colegio en algo más serio que un pleito con machetes. Fuera de la broma, la anatomía de un conflicto nos puede decir algo de los efectos nefastos que ha provocado el término “político”, o la interpretación subconsciente del mismo, en nuestra sociedad actual.


Verán, el conflicto se produce al haber dos fuerzas en pugna, que siendo sintéticos y pedagógicos, es lo que pasa cuando dos niños quieren jugar con el mismo juguete y se niegan a compartir. Ósea, para que exista conflicto se necesitan, como mínimo, dos polos claros y en oposición, por eso cuando el tema “político” sale a la mesa en cualquier conversación, la reacción natural es marcar terreno, defender trinchera, identificar si con el que hablo es de los nuestros.


Si estamos entre aliados nos reiremos y compartiremos nuestras historias de guerra pero si el que está frente a mi levanta la bandera enemiga, solo me queda decidir si voy a mostrar las armas, declararme neutral o jugar al doble agente que solo sonríe ante cada declaración enemiga. Uno pensaría que la lucha se limita a los periodos electorales, pero lo político hoy rebosa lo partidista, a lo que cada día más gente parece hacerle la cruz, y atraviesa lo económico, ideológico, ético, religioso, pedagógico, lo cultural, la salud, el deporte, el entretenimiento y, si supiera más de jardinería, me atrevería a decir que elegir entre sembrar geranios o tener una matica de chinas también se ha vuelto algo político.


Por eso cuando el video1 de una joven cruzrojista quien recibe en sus brazos a un inmigrante el cuál recién sale del mar se vuelve viral, hay que sacar nuestros estandartes, pintar la situación en blancos y negros. No hay gesto gratuito. No hay desinterés. “Todo es político”.


Y pese a que como dramaturgo no puedo negar la naturaleza conflictiva de la condición humana, tampoco puedo negarme a señalar que existe una distancia kilométrica entre lo que pasa en las redes sociales y aquello que pasa en las tablas. Para estar claros, el teatro siempre regresa el encuentro de los cuerpos, no imágenes en una pantalla, no cadenas infinitas de comentarios, no “me gusta” o “me enoja”. Cuerpos. En conflicto, sí, pero siempre cuerpos que sudan y lloran, que gritan y abrazan. Cuerpos que al estirar nuestras manos les podemos sentir el pulso.


Llevamos mucho tiempo alejados de los cuerpos, es claro que las exigencias sanitarias lo han demandado así, pero ahora el otro se ha convertido en un ser de discurso e imágenes fácil de odiar, fácil de confrontar, denigrar, insultar, dejar al descubierto por “ignorante” por “progre” o “facho”. Y es que las redes sociales, por más que se perfilen como espacio de expresión de lo individual y lo particular de la persona, terminan anulando la experiencia del cuerpo.


No sé si les ha pasado que al leer un comentario que los irrita de manera profunda, se deciden dar una vuelta rápida por el perfil de esa persona y han encontrado que, antes de que se nos active la empatía por ver a ese individuo con sus hijos, nos terminamos indignando aún más por lo que tiene en su muro; por la foto con la bandera de X o Y partido político, o una frase “típica de ese tipo de personas…”. Porque ya no somos cuerpos, somos “tipos de persona” somos etiquetas, discursos, pixeles y datos fáciles de administrar para el algoritmo. Hemos perdido nuestro sentido del tacto.


Ahora me toca ponerme en el rol de la viejita que viene recetando el mismo remedio que le transmitieron los abuelos, y que, pese a que funciona, produce siempre escepticismo por sus cualidades rusticas y anticuadas. Pero si no es ahora, ¿entonces cuando hablar de lo importante del teatro? ¿Acaso no es utópico, en estos días, imaginar que dos cuerpos en desacuerdo pueden convivir por espacio de una hora? ¿Qué mejor remedio al simplismo de los discursos bidimensionales que una dosis de tridimensionalidad con todo y olores incluidos?


Igual entro en conflicto conmigo mismo y me obligo a reconocer que el teatro puede ser una medida terapéutica, a lo mucho un recordatorio de que los cuerpos en conflicto pueden seguir siendo empáticos entre ellos, que no todo tiene que ser “político”. Al fin y al cabo, nos enfrentamos a una circunstancia compleja. Pero las pequeñas acciones también cuentan y la esperanza es algo que cada día recibimos con mayor escepticismo. Por eso escribo esto, para recordarme (o convencerme) de la vigencia de esto que hacemos. Para recordarnos que no hay mejor forma de recuperar el sentido del tacto que con el teatro.


Estefan Esquivel Valverde

Dramaturgo, Actor y Docente.


miércoles, 21 de julio de 2021

Reglamento a la Ley Nº 9211 de los Premios Nacionales de Cultura

 


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Para finalizar con nuestras 10 notas sobre los premios nacionales de cultura en Costa Rica, quiero cerrar con el gran detalle de que la Ley sobre los premios nacionales de cultura cuenta con un Reglamento, el cual establece las disposiciones necesarias para la implementación de la Ley N.º 9211. Es decir, que para aplicar la Ley se debe conocer y proceder conforme el reglamento.


Con un sector cultura desmembrado y a la deriva, sin respaldo político; nos vemos envueltos en leyes y reglamentos para valorar, validar y evidenciar nuestro quehacer. Como lo analizamos en Raíz Teatro, la ley 9211 deja muchas dudas; ¿qué pasará con su reglamento? Veamos un resumen:


1. Aquí está el link donde podés accesar al Reglamento

https://n9.cl/g44d6



2. Siempre considerando:

Que el Ministerio de Cultura y Juventud es la entidad gubernamental encargada de establecer directrices generales en materia de Cultura y Juventud, fomentando y preservando la pluralidad y diversidad cultural y facilitando la participación de todos los sectores sociales en los procesos de desarrollo cultural, artístico y recreativo, sin distingo de género, grupo étnico y ubicación geográfica; mediante la apertura de espacios y oportunidades que propicien la revitalización de las tradiciones y manifestaciones culturales, así como la creación y apreciación artística en sus diversas manifestaciones. (Párr. 1)


3. De la comisión de premios nacionales de cultura


3.1 Es un órgano de asesoramiento y coordinación

interna del Ministerio de Cultura y Juventud

y sus órganos desconcentrados.

Nombrados en el mes de enero de cada año;

los miembros podrán reelegirse indefinidamente.


3.2 Integrado por:

3.2.1 Un representante del Ministro o Ministra de Cultura

y Juventud, quien la presidirá.

3.2.2 Un representante de la Dirección de Cultura.

3.2.3 Un representante del Centro de Investigación

y Conservación del Patrimonio Cultural.

3.2.4 Un representante del Museo de Arte Costarricense.

3.2.5 Un representante del Centro

Costarricense de Producción Cinematográfica.

3.2.6 Un representante del Teatro Popular Melico Salazar.

3.2.7 Un representante del Colegio de Costa Rica.

3.2.8 Un representante del Centro Nacional de la Música.


3.3 Las funciones de esta comisión son:

3.3.1 Convocar a la comunidad nacional.

3.3.2 Formular recomendaciones y

emitir opinión con relación a los premios.

3.3.3 Mantener una articulación permanente

con las diferentes instituciones públicas

a las que les corresponde otorgar

los Premios Nacionales.

3.3.4 Brindar asesoramiento, orientación y apoyo

a las instituciones públicas involucradas

en el otorgamiento de los Premios Nacionales.

3.3.5 Apoyar en las estrategias de difusión

de la entrega de los premios.

3.3.6 Invitar a las Asociaciones Culturales, legalmente constituidas,

para que se inscriban en el registro en línea

que para ese efecto designe el Ministerio de Cultura y Juventud,

con el fin que participen en la elección de sus representantes

en los jurados de los Premios Nacionales de Cultura.

Entre otras funciones.


4. De los premios nacionales de cultura y su administración.

Este capítulo III del Reglamento describe cada premio, a saber:


Premio Nacional de Cultura Magón (administrado por Dirección de Cultura)


Premio Nacional al Patrimonio Cultural Inmaterial Emilia Prieto (administrado por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural)


Premios Nacionales de Arte (que se subdividen en 5 categorías)

Premio Nacional de Artes Visuales Francisco Amighetti (administrado por el Museo de Arte Costarricense)

Premio Nacional de Artes Audiovisuales Amando Céspedes Marín (administrado por el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica)

Premio Nacional de Danza Mireya Barboza (administrado por el Teatro Popular Melico Salazar)

Premio Nacional de Música Carlos Enrique Vargas (administrado por el Centro Nacional de la Música)

Premio Nacional de Teatro Ricardo Fernández Guardia (administrado por el Teatro Popular Melico Salazar)


Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría (administrado por el Colegio de Costa Rica y con 5 categorías)


Premio Nacional de Investigación Cultural Luis Ferrero Acosta (administrado por la Dirección de Cultura)


Premio de Gestión y Promoción Cultural (administrado por la Dirección de Cultura)


Premio Nacional de Comunicación Cultural Joaquín García Monge (administrado por la Dirección de Cultura)


Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez (administrado por la Dirección de Cultura)


5. Período de valoración de propuestas:

contemplarán la producción cultural realizada,

entre diciembre del año en que se conforman

los jurados respectivos y noviembre del siguiente año.


6. Convocatoria: meses de octubre y noviembre de cada año.


7. Postulaciones:

cualquier persona física o jurídica

puede postular(se) y presentar justificación.


8. Exclusiones:

personas extranjeras con

status migratorio contrario a las leyes de la República.


9. Inhibiciones para percibir dotaciones económicas:

básicamente las personas que trabajen para el Ministerio

de Cultura no pueden recibir dinerito de premios

si ya recibieron el dinerito en su salario

por la actividad premiada.


10. Del reconocimiento material y económico de los premios: reconocimiento económico y un signo material (estatuilla),

que se otorgará al ganador de cada área y categoría.

Cada programa u órgano desconcentrado del Ministerio, encargado de administrar un Premio Nacional de Cultura,

deberá tomar las previsiones presupuestarias,

para cubrir el contenido económico de cada galardón que se entrega.

El financiamiento de los signos materiales (estatuillas) será cargado al presupuesto del Centro de Producción Artística y Cultural (CEPAC).


11. De los jurados calificadores:

11.1 Son órganos colegiados que están integrados

por personas con reconocida experiencia y prestigio,

en el campo de la cultura.

11.2 Podrán estar formados por tres o cinco personas,

a criterio de los órganos administradores

de los respectivos premios

(un único representante de los órganos administradores,

al menos un representante de cada universidad pública

que imparta la disciplina o actividad a galardonar,

Al menos un representante electo por las asociaciones

a las que se refiere el artículo 15

de este mismo Reglamento.

11.3 Funciones.

11.3.1 Reunirse con los demás jurados

las veces que sea necesario para

realizar las deliberaciones correspondientes.

11.3.2 Levantar un acta de cada reunión

que sostenga el jurado.

11.3.3 Elaborar un acta final con el fallo definitivo

del premio otorgado,

con los motivos que justifican el veredicto.

* Bajo ninguna circunstancia,

aceptarán ningún tipo de relación,

recompensa ni compensación

por parte de alguna persona

que tenga relación con alguna o algún candidato

a los galardones,

ni con el candidato mismo

(¿esto incluirá las entradas gratis para que asistan a los espectáculos?)

** Los jurados actuarán en la selección de obras

y personas postuladas de acuerdo con sus principios éticos

y experiencia, y gozarán de libertad de elección

que no será sometida a criterio de terceros,

incluidos los participantes de las

instituciones administradoras.

Entre otras.


Hasta aquí dejo esto, usted podría ir a revisar el documento completo y además de informarse, formarse con relación a los premios nacionales de cultura. Premios que tienen que ver con cada ciudadano costarricense, que salen de fondos públicos y que deberían ser nacionales.


M. Ed. Katherine LaPey Peytrequín Gómez

Directora General y Artística Raíz Teatro


miércoles, 14 de julio de 2021

Mi experiencia en el remontaje de A Calzón Quita'o Vol.1

 



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Katherine Peytrequín fue una de las artistas costarricenses más resilientes durante la pasada cuarentena. Durante esta época vivimos momentos muy duros y desoladores. La angustia y la tristeza fue una constante durante todo este último año en el cual muchos dimos por perdido todo en nuestras vidas. Katherine en cambio nunca se dió por vencida, y es algo verdaderamente de aplaudir.

En esas épocas de desesperanza y apatía, fue la que más movió: haciendo notas, montando, manteniéndose activa casi sin descanso. Su motivación me llenó de una fuerza que creía perdida. Mi admiración es enorme, y lo digo sin ningún rastro de ironía Pey.

Soy muy afortunada de trabajar en un grupo que tiene tantos años de experiencia, esto permitió crecer muchísimo y aprender en el proceso del remontaje de A Calzón Quita'o Vol. 1, dos Unipersonales que reestrenamos en abril de este año 2021 y estar activo en este momento en las tablas no es fácil empezando por la situación que hemos vivido. El aprendizaje que se recibe es verdaderamente invaluable.

Ya Raíz está aferrada fuertemente en la tierra, haciendo que crezca poco a poco un árbol frondoso y sano del cual muchos se beneficiarán de sus frutos.


Dayana Garita Ramírez.
Actriz y comediante

miércoles, 7 de julio de 2021

La subjetividad artística (a propósito de los premios nacionales de arte y cultura en Costar Rica)

 



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A mi parecer, este es un tema considerablemente complicado, porque si hay algo que comparten las diferentes artes es la subjetividad que encierran. ¿Cómo clasificamos los trabajos en buenos o malos, merecedores de buenas notas o premios? Desde que una decide formarse académicamente en un campo artístico como lo es el de las artes dramáticas choca con distintas paredes y comienza a comprender que el panorama es bastante complejo…


¿Alguna vez se han preguntado cómo es la evaluación de los procesos de aprendizaje en las artes? Como estudiante puedo decir que no es algo sencillo, a veces parece que las notas son resultados de subjetividades… No es lo mismo que en otras carreras dónde existe una fórmula para conseguir una única respuesta... Donde hay respuestas buenas y malas. Tal vez algo similar ocurre con los premios.


Y al igual que con las evaluaciones, ni los números ni los premios determinan el valor real de una persona artista, colectivo o grupo. Es decir, esto no hace a alguien menos que quienes han ganando alguno, porque estoy segura que existen muchos trabajos bien desarrollados y personas que probablemente han merecido ser galardonadas, pero que no llegan a serlo porque ni siquiera han sido postuladas por una cuestión de desconocimiento.


Sin embargo, no se puede negar que los premios son importantes porque ayudan a visibilizar la labor de quienes nos desenvolvemos en este medio, así como tampoco se debería de invisibilizar que la remuneración económica tiene un gran peso. Creo que hay que cuidar mucho el romantizar la idea de “premios” que no brindan incentivos económicos, porque caemos en lo mismo de siempre, en repetir estereotipos que perjudican al sector que se dedica al arte, porque entonces estamos reproduciendo la idea de que cuando se trabaja en el arte, se vive del aplauso… Y los aplausos no dan de comer ni pagan las cuentas.


Diana Chinchilla Álvarez

Estudiante de Artes Dramáticas


La pandemia del sector cultura

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