Iba
de copiloto en una gira
con Raíz Teatro a la zona sur de Costa Rica, específicamente al
Territorio Indígena de Térraba. Leo la dirección dada por el
anfitrión: “cuando vean un mar de piñas, doblen a la izquierda”,
¡¿Qué diablos era un mar de piñas para él?! Sobretodo porque
toda la zona sur se había vuelto un mar de piñas para nosotros. En
esta misma gira, nos tocó presentarnos en un espacio vacío, sucio,
cayéndose, con un bombillo de luz para todo el espacio. Mientras
presentábamos la obra unos niños corrían en el escenario
detrás de un gato. Nos hospedaron en una casa con una familia en
donde no había agua y todos queríamos ir al baño, incluyendo una
de nosotras que andaba con la menstruación.
La
siguiente gira, en el Pacífico Central de Costa Rica, fue todo lo
contrario. Nos hospedaron en una casa cinco estrellas con piscina
incluida. La función fue en el teatro COPASA, Quepos. Este espacio
contaba con escenario, sonido y luces increíbles (nos sentíamos
como artistas de Hollywood).
Hace
6 años empecé a trabajar con Raíz
Teatro.
6 años. Cuando miro atrás todo el camino recorrido en la compañía,
sólo puedo AGRADECER
por tantas experiencias vividas, por mi crecimiento en el teatro
desde diferentes lugares. Empecé como actriz sustituyendo a un actor
en el espectáculo Viajemos
en Comedia,
con el cual giramos por varias partes de Costa Rica. Fueron muchas
emociones juntas: retomar la actuación
(estaba rezagada por mi trabajo como farmacéutica), hacer giras
(de hecho nunca había tenido esa experiencia y fue, es y seguirá
siendo para mí una de las mejores formas de hacer teatro y conocer
diferentes realidades de nuestro país u otro país), estar en
diferentes escenarios,
camerinos,
compartir con el grupo de teatro la experiencia juntos, el viaje en
sí, la dormida y la comida, la diversión y muchas cosas más. Con
Viajemos
en comedia,
experimenté el stand
up comedy (en
boga por aquel tiempo). Todo un reto, pues hacer comedia no es nada
fácil.
En
el 2014, entré como asistente de producción y sonido en una obra
que es de mis favoritas: Triunfo.
Es de mis favoritas por el mensaje que transmite, por la dirección,
tan maravillosa, de Katherine Peytrequín; por la actuación de La
Pey y Perssis. Con ésta obra también he experimentado momentos
únicos y experiencias nuevas que el teatro me ha regalado. Hemos
hecho giras a decenas de lugares: en casas de familia, en teatros, en
festivales como el Festival
Nacional de las Artes en Golfito (el cual lo disfruté mucho porque
llevé a mi mamá conmigo y la hice viajar en una avioneta por
primera vez). Las giras, para mi sorpresa, nos llevaron a dos
festivales fuera del país: uno en Guatemala
y otro en Miami.
Cuando
fuimos a Guatemala,
aún no tenía a mi hija, así que no tuve mayor problema en decir
que sí iba. Allá pude ver obras centroamericanas muy buenas y nos
presentamos con toda la expectativa de como iban a recibir nuestro
espectáculo. Resultó que el público se sintió muy identificado
con Triunfo. También nos presentamos en una iglesia, la Iglesia de
San
Francisco
de los Frailes Menores Conventuales en el centro de Guatemala. Puedo
decir que el público de esa función, ha sido de los mejores
públicos que hemos tenido.
De
hecho, nos hospedamos en esa iglesia. Una iglesia antigua, colonial.
Nos recibió el fraile
Marcos, quien nos contó un poco de la realidad nacional de aquel
país; y por eso, se sintió muy identificado con la obra. Recuerdo
que esa noche salimos y el fraile nos invitó a comer en un lugar
súper bonito. Yo decía para mí misma: “Nunca pensé que un
sacerdote me invitara a salir a comer, ni quedarme a dormir en una
iglesia, ni hacer teatro dentro de la iglesia”.
Para
la gira de Miami, ya tenía a mi bebé (no tenía ni un año de
nacida); así que viajar con ella fue toda una aventura. Recuerdo que
gateaba por todo el escenario antes de la presentación. Emma, así
se llama mi hija, antes de viajar con nosotras a Miami, estuvo
escondida en mi pancita durante el proceso de montaje de la obra: La
Prudencia
(2015).
En
La
Prudencia,
que trabajé como actriz y estaba embarazada. No dije nada hasta que
terminó el proceso, de ensayos. No quería decir que no al teatro
por estar embarazada. Durante una función en el Teatro Giratablas,
sentía a Emma muy viva dentro de mí; fue una función con una
energía diferente ya que sentía que el personaje ese día en
específico fuimos ella y yo.
Mi
siguiente proceso con Raíz
Teatro
fue A
Calzón Quita´o. En
este espectáculo,
donde además de interpretar, construí (junto a la directora) la
dramaturgia de un unipersonal llamado: Tango
y Sangre. Este
unipersonal trata
sobre el aborto espontáneo; un momento de mi vida oscuro y triste,
el cual quise compartir con el público pues es algo de lo que se
debe hablar y no se hace.
A
Calzón Quita´o
fue todo un reto para todas las intérpretes/dramaturgas. Construimos
diferentes unipersonales partiendo del storytelling, muy personales.
Alguna vez una profesora de teatro nos dijo: “el peor personaje
para representar es uno mismo”; pues usualmente una no quiere
exponerse, pero sí lo logramos, lo hicimos y está siendo un éxito
(tanto el formato de las presentaciones como las historias).
Son
tantas anécdotas. Lo más importante es que hago teatro junto con mi
otro trabajo (pesado) y la maternidad (la cual me hace dudar muchas
veces de seguir pues demanda mucho tiempo). Gracias Raíz
Teatro,
y espero seguir muchos años más.
Katherine
Castro
Actriz.
Farmacéutica. Madre