El pasado 3, 4 y 5
de octubre 2018, tuve la oportunidad de participar del seminario El
actor y el espectador frente a nuevas teatralidades,
con el teatrólogo argentino Jorge Dubatti, en el marco del XI
Encuentro Nacional de Teatro en Costa Rica. Hace dos años, Dubatti
estuvo en el país como expositor en un evento similar, pero yo no
tuve la oportunidad de asistir, así que en esta ocasión estaba
realmente entusiasmada por escucharle.
Debo reconocer que no conocía su
propuesta sobre nuevas teatralidades y territorialidad, por lo que
tuve que poner mucha atención y tomar cientos de apuntes. Sin
embargo, quisiera aprovechar este espacio no para referirme a su
propuesta tal cual – porque de esa pueden aprender revisando su
investigación - si no para compartirles mi experiencia y reflexión
a partir de su exposición.
Lo primero que me hizo clic fue una de
las preguntas que lanzó: ¿A qué llamamos teatro? Digo, hay mucha
teoría al respecto, pero la pregunta va más allá. La verdad es que
yo hace rato no me cuestionaba eso y en lugar de darles mi respuesta,
les invito mas bien a que se hagan la pregunta ustedes y encuentren
la propia.
Segunda reflexión y aunque muy
conocida poco practicada: la importancia del artista investigador.
Estudiar las teorías ya existentes, debatirlas, generar crisis
alrededor de éstas y tener la capacidad de crear nuevas. Como
artistas muchas veces nos sobra confianza en lo práctico pero cuanta
falta nos hace en lo teórico.
El valor de la
emancipación como artistas y espectadores. Y esto, ¿qué es lo que
significa? Si buscamos en el Diccionario de la Real Academia
Española, una de las posibles definiciones de emancipar es:
“Liberarse de cualquier clase de subordinación o dependencia”;
pero, ¿de qué exactamente es que debemos liberarnos?; como artistas
y espectadores ¿a qué estamos subordinados? Probablemente si
intentáramos responder estas preguntas para la totalidad de artistas
no acabaríamos nunca, porque cada quien podría tener una respuesta
diferente, lo cual es totalmente válido y además de gran
significancia.
Para mí, como artista escénica y
espectadora a la vez, tiene que ver con ajustarse a las nuevas
dinámicas; de lo viejo tomar lo que me sirve y seguir evolucionando;
se trata de tener apertura; de mirar con ojos diversos; de escuchar
atenta, de establecer vínculos que me permitan una relación
convivial con mi entorno y de construir un mundo que no está
presente a través de la imaginación.
Estas son mis
lecciones aprendidas del maestro Dubatti. ¡Así que les invito a
cuestionarse, a investigar y a ser poeisis!
Johanna Madrigal Araya
Artista escénica, productora teatral
y gestora cultural.