miércoles, 28 de noviembre de 2018

La Raíz va primero




Decir que llevo diez años siguiéndole la pista al grupo Raíz Teatro sería mentir. Les conozco, fui a sus obras, descubrí textos e intérpretes, y siempre admiré su forma de seguir adelante. Pero no soy un fanático, no soy un seguidor empedernido del grupo, de hecho tengo que hacer un esfuerzo para recordar sus primeros montajes.
En los últimos años sí he estado más cerca, acompañando en giras, o como facilitador de talleres bajo el manto del grupo, o invitándoles a presentarse en Teatro Conjunto, un festival que organiza el Colectivo 3 Paredes, y en el que Raíz Teatro se ha presentado cada año. Pero aún así no puedo decir que soy un seguidor de la agrupación, ni siquiera puedo nombrar con exactitud quiénes la conforman. Excepto a LaPey, de esa estoy seguro.
Conozco a Pey, desde que entré a Dramáticas, allá por el 2003. La he visto echarse al hombro el grupo, hacer y deshacer, coordinar, decidir, delegar, cambiar, crecer, evolucionar como persona y como creadora de este concepto, porque Raíz Teatro es más un concepto que un grupo. Pero aún así no conozco mucho de la vida de Pey, a pesar de que hablamos y whatsappeamos con regularidad; ella, y tal vez yo, somos muy quisquillosos con nuestras vidas.
No sé mucho de este grupo, siempre me confundo si va primero el Raíz o el Teatro, tampoco conozco mucho de Pey pero sí tengo claro que ella es lo que está por debajo de todo, la semilla y el abono. Todo el gremio lo sabe, los grupos teatrales suelen sostenerse por pocas personas que son las constantes, las que arman la plataforma para que otros surjan y tomen las riendas. Ella es todo eso, es la directora general y artística, es una mujer de teatro, incansable, que asiste a todo lo que se presenta, que se oye gozando entre el público, y que se asombra cuando se le reconoce su trabajo porque está muy acostumbrada a que nadie note lo que hace, lo que hacen.
Sé poco de esta agrupación pero conozco que de un tiempo para acá se han dedicado a montar textos de dramaturgos y dramaturgas nacionales; sé que sus integrantes no son únicamente de teatro y que se promueve que tengan más de un área de especialidad; tengo por un hecho que disfrutan girando, visitando casas, llegando al público; y hace poco me di cuenta que le dan prioridad para presentarse a los espacios con accesibilidad como parte de su estrategia para ser inclusivas. ¿Cuántos grupos hacen eso?
Reconozco que desconozco mucho sobre este grupo del cuál escribo, sin embargo hacer este texto me dejó algunas cosas claras: hacen teatro desde hace 10 años, y lo hacen bien; no esperan reconocimientos ni buscan robarse el foco de atención porque el teatro es lo que importa; aún sin apoyo y sin ayudas siguen adelante porque lo importante es hacer, llevar teatro; crecen sin señal de agotarse, por el contrario se reinventan, se dan voz y siguen; son raicitas, de esas que están por debajo y que nunca vemos, pasan desapercibidas hasta que rompen el suelo y nos obligan a notarlas. Pero lo que tengo más claro ahora es que aunque el Teatro es lo importante, la Raíz siempre va primero.
Kyle Boza Gómez
Dramaturgo, Director y Actor de Teatro

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Arte y Discapacidad


El pasado 10 de noviembre del 2018 asistimos al Teatro Giratablas a un coloquio donde compartimos experiencias y reflexiones con relación al Arte y la Discapacidad. Yo iba como parte de la audiencia y Cristina Barboza (nuestra Actriz y Docente en Educación Especial) era parte de los panelistas que compartían su experiencia cotidiana.
Entre los panelistas estaban personas con o sin discapacidad física, actrices, actores, directores y directoras de teatro, gestores culturales, docentes; todos con una base en común: hacer arte, hacer cultura. Nos dispusimos a escuchar la experiencia de cada uno de ellos para luego; compartir entre todos nuestras visiones y expectativas.
Estar ahí, inevitablemente me hizo reflexionar en lo cobarde que fui por años. Una cobardía quizá por falta de información pero una cobardía al fin, que no tiene excusa porque siempre pude haber hecho algo para mejorar(me) como persona. Y es que yo siempre fui una persona que no se acercaba a una persona con alguna discapacidad por puro miedo.
Sí, me daban miedo las personas sordas, las personas ciegas, las personas con alguna discapacidad intelectual; entre otras. Un miedo infundado… bueno, un miedo fundamentado en lo que escuché por años en mi casa, en la calle, en mis círculos cercanos: ¡Ay, pobrecito(a)! ¡Está jodidito(a)! ¡Está loquito(a)! El enfermito(a). El(la) mongolito(a); entre otros muchos términos que ahora desprecio. Un miedo que discriminaba, porque apartaba(me) porque excluía(me), porque ignoraba(me).
Somos nosotros, la sociedad, quienes construimos las barreras para nuestros hermanos.
Ya cercana a mis cuarenta (sí, desperdicié MUCHOS años de mi vida siendo aquella ignorante que además discriminaba) me dije: mae Pey, este sentimiento tuyo no es normal. Mae Pey, ¿Por qué sos así? ¿Qué pasa, ahora siendo profesional en muchas áreas, si se te acerca una persona – sorda, por ejemplo – para preguntar algo, para solicitar un servicio...o para conversar tan solo… y me avergoncé de mi.
Hice una revisión de mi, y en efecto todas mis profesiones y oficios tienen que ver con el contacto directo con personas. Y no era inclusiva. Ya había tenido la experiencia de un grupo de personas ciegas que llegaron a una función de “Viajemos en Comedia” y recuerdo que cuando me llamaron para reservar entré un poco en pánico desde el egoísmo: será que entenderán mi trabajo, será que la pasarán bien como quienes ven… Y llegaron, con sus perros guía se sentaron en las butacas a disfrutar.
Ha sido una de las mejores funciones de Raíz Teatro.
Ya luego me propuse aprender LESCO. No es posible que otras lenguas sean “el plus” cuando existen tantas personas sordas a mi alrededor. No es posible que, por puro “miedo”, no me pueda comunicar con una persona sorda. Y me lancé, aprendí LESCO.
Quiero ser una persona con las herramientas para no discriminar, para incluir. Quiero ser una persona que promueva en su Compañía Raíz Teatro estos detalles.
Así que como directora de Raíz Teatro analicé y concreté que nuestro trabajo debe ser para todos. ¿Cómo? Pues como directora general y artística: me capacito y promuevo la capacitación entre las raicitas, priorizo espacios para presentarnos donde haya accesibilidad, promuevo espacios de educación no formal para todos. Y ahí vamos paso a paso, intentando mejorar.
Ese día en el Giratablas conversábamos que es triste ver como existe mucha gente que lucra con la discapacidad; pero también resaltamos el trabajo de tantas y tantas personas con alguna discapacidad que se dedica a las artes y cada día buscan como visibilizarse. Todos, debemos procurar los espacios (físicos y para la creación artística) sin barreras, para algún día llamarnos: sociedad.

Katherine LaPey Peytrequín Gómez
Directora General y Artística Raíz Teatro



miércoles, 14 de noviembre de 2018

Raíz Teatro: la Socratea Exorrhiza del medio escénico costarricense



Raíz Teatro cuenta con diez años de experiencia, a través de su trayectoria, se ha enfatizado en desarrollar espectáculos de pequeño formato. Esto quiere decir, que sus espectáculos son de corta o mediana duración y se caracterizan por no requerir gran parafernalia sino que se utilizan solo los elementos escenográficos indispensables, que a su vez, tienen la capacidad de trasladarse a diferentes espacios convencionales o no convencionales. En pocas palabras, la magia del pequeño formato le permite a Raíz Teatro girar, y de esta manera, visitar diferentes públicos con sus producciones.

Pensar en raíces y en moverse de un lado a otro inevitablemente me hizo recordar la Socratea Exorrhiza, más conocida como: La Palmera que Camina. ¿Conocen esa planta?

Es una de esas maravillas de la naturaleza que no dejan de sorprender. Tiene raíces aéreas las cuales le sirven para alejarse del punto de germinación si lo necesita porque comparte el punto de brote con otra planta o por inundación. También estas raíces aéreas les sirve para buscar luz procedente del sol. Según dicen, puede moverse más de veinte metros por año. ¿Admirable no?

Como la palmera que camina, Raíz Teatro va de gira. Salir del espacio donde habitualmente se da función, siempre es buen entrenamiento para la persona intérprete: la prepara en el manejo del espacio escénico, en la proyección escénica, en la proyección vocal, entre otras habilidades claves para quien interpreta en una escena.

Una visita a un espacio que no es “del teatro”, sino que pertenece a otro contexto; lleva al intérprete escénico a acercarse a las experiencias cotidianas de las personas, a adentrarse en el mundo real. Ya no es visto como una historia de ficción en una caja negra, sino que está “en la iglesia de mi comunidad”, o “en la fiesta de despedida de soltera de mi amiga”; es parte del compartir de las personas, de lo que se construye día con día, se vuelve parte de la vida.

Llegar a esos espacios cotidianos le obsequia una gran oportunidad a la persona intérprete: Una conexión con el público más sincera, más íntima, más honesta, con apertura. Ya no como un ente externo, sino como parte de la realidad. Y al mismo tiempo, le da cabida al público para adentrarse en el teatro, sentirse cómodo, empoderarse, no ver, sino vivir la historia; construirla, ser parte de ella.

Mi experiencia como actriz en Raíz Teatro inició con el Proyecto A Calzón Quita´o, estructurado a base de unipersonales que hablan de temas que normalmente no son hablados, ni en el teatro, ni en la vida. Este espacio donde concebí, creé (al lado de LaPey) y posteriormente ejecuté mi propio discurso; me permitió crecer muchísimo como ser humano, pues en el camino hice valiosos descubrimientos sobre mí misma y que esos descubrimientos podrían aportar a una conciencia colectiva que genere un mejor convivir social.

Pero sobre todo, me permitió generar confianza en mí como intérprete, dejar de tener susto por lo que podría salirse de control. Permitirme jugar con mis habilidades escénicas y el conocimiento de mi propio discurso. Entregando mi creación, mi ejecución; entregando el control. Así fue como abrí una puerta con posibilidades que no podría haber imaginado que existían, accedí a la posibilidad de que en cada función se pudiera construir con las personas que estaban ahí, en ese espacio que habitábamos juntes, nuestro discurso; transformar el unipersonal en multipersonal pero unisentir.

¡Raíz Teatro gira! Gira para permitir el crecimiento de sus intérpretes en escena y en la vida; como la Socratea Exorrhiza que tiene raíces áreas que se desplazan para darle mayor estabilidad y soporte a su tallo. Cada gira es una experiencia única, una función irrepetible, lo que nos permite expandirnos, agarrar cancha, apropiarnos del discurso y poder compartirlo con otros corazones. Como la palmera que camina, que se expande a nuevas áreas como ramas o troncos muertos de otros árboles para seguir creciendo.

Con nuestras raíces móviles hacemos crecer el teatro, llevándolo a espacios donde no existía, haciéndolo florecer en personas que no lo conocían, permitiéndonos fortalecernos como colectivo humano. Raíz Teatro es la Socratea Exorrhiza en el arte escénico costarricense, porque después de diez años de desplazarse, no se ahoga fácilmente, con cada gira se vuelve más fuerte.

Janil Johnson Vargas
Actriz y Facilitadora de procesos pedagógicos

La pandemia del sector cultura

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