La formación profesional y el desarrollo de las capacidades investigativas es un reto que en Raíz Teatro nos tomamos muy enserio; y es que, aunque
parezca una postura rígida, no podría ser de otra manera.
Trabajamos con y para personas, lo que agrega valor a nuestra
profesión y le da al mismo tiempo un carácter desafiante; por lo
que ser ligeros al respecto definitivamente no es una opción.
Y es que a lo largo de
estos años hemos aprendido que el conocimiento puede venir de toda
parte: desde la más alta figura académica de moda hasta esa persona
que se nos acerca después de función y nos comparte su percepción.
Lo mejor de todo es que esto no conlleva mucho trabajo, pero sí un
gran esfuerzo: ante todo voluntad y disposición de esponja para
absorber cuanto podamos de nuestro entorno y replicarlo con creces
para que otras personas puedan también aprovecharlo.
Entonces, con esa
consigna en Raíz Teatro nos aventuramos frecuentemente a nuevas
experiencias e intentamos ser parte de las distintas oportunidades
que brinda el medio. ¿Cuáles? Pues hay muchas, pero retomo dos que
creo son esenciales en nuestro norte como agrupación cultural: la
primera tiene que ver con asistir, observar y apoyar el trabajo de
similares. En Raíz creemos en el valor del trabajo, del compañerismo
y del ser solidario. Sin lugar a duda, crecemos más cooperativamente
que en competencia.
La segunda se relaciona
con nuestro deber profesional de estar en capacitación continua,
investigando, creando propuestas, reflexionando sobre la experiencia
que otros tienen en diferentes áreas del saber. Y es que como
artistas es imposible que lo sepamos todo, por ello es esencial
apoyarse en los saberes de otros para realimentar nuestro trabajo.
Por supuesto se vale también debatir sobre concepciones o teorías
planteadas y generar crisis con esto, como bien acotaba el maestro
Dubatti, en su reciente visita al país.
La cotidianidad y lo
estandarizado nos presiona cada vez más. Todos los días pendemos de
un hilo, podemos quedarnos inmóviles para no perder el equilibrio o
dar pasitos y correr el riesgo de evolucionar en nuestro camino, en
la profesión que hemos escogido. Mi consejo: tener apertura, mirar
con ojos diversos, escuchar atento y seguir construyendo un mundo que
no está presente, a través de la imaginación y con la fuerza de
una raíz.
Johanna Madrigal Araya
Artista escénica,
productora teatral y gestora cultural.
Muchos éxitos y felicitaciones Joha por tu dedicación.
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