Teatro del sol: Creación y búsqueda personal.

 

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El Teatro del Sol lo conocí como un espacio de crecimiento, experimentación y libertad para los estudiantes de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica (UCR). Durante mi periodo de formación teatral universitaria observé diferentes puestas en escena que me permitieron soñar con ser parte de más montajes teatrales como actriz y directora.

Cuando me encontraba en cuarto año tuve la oportunidad de participar en el espectáculo “En el país de nunca jamás”, montaje que admitía a todos los estudiantes que quisieran involucrarse, ya sea desde la actuación, producción, música, en fin… lo que se necesitara hacer. Este montaje fue parte de la trilogía País (Alicia en el país de los costarrisibles, En el país de nunca jamás y El país de Us), espectáculos del Teatro de Sol que brindaron un espacio de creación colectiva con dramaturgia nacional.

Y bueno… ¿Cómo fue este proceso?

Esta propuesta estaba a cargo de varias direcciones que se encargaron de darle un estilo diferente a cada escena, luego, en las últimas semanas todas las escenas se enlazaron por medio de juegos teatrales, danza y música en vivo. El director a cargo de la escena en la que estuve fue Raúl Arias, y tuve el placer de trabajar con Tania Álvarez, Ricardo Tames y Victoria Salas, compañeros de escena responsables y apasionados.

No recuerdo el nombre de mi personaje, tampoco recuerdo una sola línea de mis textos, esto siempre me ha costado, pero llevo en mi corazón esa sensación de gozo de estar interpretando a ese dulce niño con gorrito… que no le quedaba más que acoplarse a lo que ocurría, sin tener culpa de nada. Un niño como tantos en este país.

A pesar de lo complejo de compartir escena con tantas personas, esta experiencia marcó mi camino artístico de manera amplia, reforzando la importancia del trabajo en equipo y mostrándome cómo deseaba trabajar en el futuro.

El Teatro del Sol es un espacio vital de crecimiento para cualquier persona en formación teatral de la UCR. Brinda la oportunidad de vivir la experiencia teatral de manera guiada por docentes y compañeros más experimentados, además, permite realizar propuestas arriesgadas que en el mundo real laboral del artista no siempre se pueden hacer.

A todos los estudiantes de dramáticas de ahora y de más adelante les pido que por favor aprovechen y no dejen morir al Teatro del Sol, es suyo, háganlo crecer.

Cristina Barboza Jiménez

Educadora especial, teatrera