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#ApoyoElManifiestoDeArtistas
#PorUnaLeyDeEmergenciaCultural
#PorUnaLeyDeEmergenciaCultural
Queremos
hacer del conocimiento público nuestra posición en relación con el
accionar del
Ministerio
de Cultura y Juventud (MCJ) frente
a las necesidades urgentes de nuestro sector agravadas por la
situación de la pandemia del Covid-19.
CONSIDERANDOS:
1-
Que a pesar de las múltiples solicitudes realizadas desde los
distintos colectivos del sector cultural por establecer una
comunicación asertiva y por buscar caminos para iniciar un diálogo
abierto y constructivo con el MCJ, no hemos recibido ni siquiera un
acuse de recibo de muchas de nuestras cartas, y tampoco una respuesta
satisfactoria que nos permita entender cuál es el “Plan
Estratégico” diseñado por dicho Ministerio para atender esta
emergencia nacional.
2-
Ya han pasado tres meses desde el inicio de la crisis, el 6 de marzo
del 2020, tiempo suficiente para que se hubieran ejecutado acciones
significativas y desarrollado estrategias concretas que permitieran
allanar el camino hacia el proceso de acompañamiento y reactivación
de un sector que afronta una situación de vulnerabilidad económica
como nunca se había visto en la historia.
3-
El Ministerio de Cultura y Juventud, su jerarca, la señora Sylvie
Durán Salvatierra y sus funcionarios, deben entender que los
trabajadores del sector cultural estamos atravesando una situación
de catástrofe a nivel nacional, en la que los artistas
independientes, las organizaciones y los espacios artísticos, de
todos los tamaños y modalidades, estamos en un grave riesgo de
desaparecer. De ser así, con ello se producirá una gran pérdida
del tejido cultural del país que ha costado años construir y
desarrollar. Por ello, la intervención del estado es una necesidad
apremiante. Se necesita un “Plan Estratégico de Apoyo y
Salvamento Cultural” que evite la deserción individual de los
trabajadores, la dispersión de los colectivos y las agrupaciones, y
el cierre de espacios artísticos y educativos por falta de recursos
para sobrellevar estos meses de inactividad que podrían extenderse
incluso por el resto del año.
4-
La pandemia ha evidenciado la falta de claridad en las políticas
culturales institucionales y ha agudizado una serie de problemas
estructurales no resueltos que venimos arrastrando, como la
precarización laboral, a la que las instituciones del propio
Ministerio están contribuyendo, ofreciendo contratos con ventajas
unilaterales y condiciones poco favorables a los artistas y gestores
culturales, en los que cada vez hay más requisitos y exigencias
legales que trasladan la mayoría de estos costos a los trabajadores
independientes. Por ello, se necesita un verdadero compromiso
político de nuestra jerarca para liderar de forma excepcional y con
asertividad un modelo de negociación con la CCSS, el INS y la
institucionalidad cultural, para hacer un análisis exhaustivo de la
situación laboral del sector, buscando proteger a los creadores y
fortaleciendo la interacción de forma responsable, dado que somos un
ecosistema cultural con una fuerte relación de codependencia.
5-
Es necesario liderar con urgencia encadenamientos productivos,
acompañamientos institucionales y de cooperación internacional,
cooperación pública y público-privada que permitan generar las
condiciones idóneas para el sostenimiento durante la parálisis y el
proceso de reactivación del sector. Es un momento para que el Estado
y los líderes políticos cumplan con su responsabilidad de
acompañarnos y que construyan los puentes necesarios para encontrar
una salida a la crisis de la mayoría de los actores culturales.
Hasta el momento no nos sentimos integrados en las soluciones
previstas a nivel país, ni bien representados como sector en la
búsqueda de soluciones estatales para la recuperación.
6-
Consideramos que la única acción -con incidencia real- implementada
hasta la fecha, son las convocatorias de fondos concursables: Aquí
Cultura, Becas Creativas y Proartes que, aunque muy tarde (llegarán
cuatro meses después del cese de actividades) permitirán aliviar la
liquidez para la sobrevivencia a una pequeña parte del sector.
Reconocemos el valor de esta primera acción, que permitirá asignar
los recursos disponibles más inmediatos; pero evidentemente los
C440.000.000 no son suficientes. La realidad es que su cobertura será
extremadamente limitada, alcanzando a favorecer a un máximo de 1.000
artistas, cuando sabemos, según las proyecciones realizadas por el
propio MCJ que somos alrededor de 30.000 trabajadores en el sector.
Por otro lado, es importante considerar que este redireccionamiento
de las becas viene a debilitar el capital semilla para la creación
artística en el país que depende en gran medida de estos fondos.
Esto significa que se reducirá la capacidad de generar nuevos
productos artísticos para el ciclo 2020-2021, otro aspecto que se
deberá atender con urgencia: ¿Cómo se sustituirán estos recursos
de inversión en el mediano plazo?
7-
Consideramos urgente que nuestro Ministerio contribuya con toda la
fuerza de su institucionalidad a fomentar el compromiso solidario de
los costarricenses con la recuperación de nuestro medio cultural, a
través de una fuerte campaña en la que se posicione nuestro trabajo
y el gran aporte que realizamos de forma permanente a la nación,
dignificando y promoviendo la imagen de lo que somos: Una comunidad
esforzada, productiva y creativa, que con el suficiente apoyo del
país respaldando nuestro quehacer y pagando por el acceso a él,
conseguirá superar la crisis y salir aún más fortalecida.
8-
Por lo compleja de la realidad en las circunstancias actuales,
exigimos un verdadero compromiso ministerial, evidenciado a través
de acciones concretas, significativas y audaces que transformen la
dinámica sectorial del presente y el futuro inmediato, y permitan al
Sector Cultural participar de forma activa en la reconstrucción
urgente del “Nuevo Paradigma” que los tiempos actuales demandan
de la relación Arte-Cultura y Estado.
Por
todo lo anterior proponemos el siguiente PLAN
DE ACCIÓN:
1.
Crear de forma inmediata la RED
DE SALVAMENTO CULTURAL: “ACOMPAÑARTE 2020” con
la presencia de representantes de todas las organizaciones
sectoriales posibles, cuyos voceros sean seleccionados por ellas
mismas; así como la participación de artistas autónomos que tengan
algún carácter de representatividad.
2.
Trabajar como prioridad en una “LEY
DE EMERGENCIA CULTURAL” que
permita al Ministerio y a todas las instituciones culturales tomar
medidas excepcionales: tener mayor libertad de acción con sus
presupuestos para mover creativamente los recursos y facilitar los
procesos de acceso a ellos de la comunidad artística y cultural. Y
que, además, les permita utilizar los superávits institucionales de
una forma más dinámica, o reservarlos para el 2021 en caso de no
poder ejecutarlos este año.
3.
Declarar el 2021, en el marco de las celebraciones del Bicentenario,
como: “AÑO
DEL ARTE Y LA CULTURA NACIONAL”.
Para que en todas las instituciones y todos los escenarios del país
se abran las puertas a los artistas locales y que todos los recursos
posibles se destinen a apoyar la producción, la creación y la
circulación de éstos, así como a la defensa y promoción de todo
lo que engloba el patrimonio cultural costarricense.
4.
Generar una alternativa concreta y pública, para las actividades
programadas por el MCJ para el último trimestre del año, como el
Festival Nacional de las Artes, el Costa Rica Festival Internacional
de Cine, el Concurso de Puesta en Escena, las giras de Érase una
Vez, la Feria del Libro, entre otras, considerando que podrían no
llevarse a cabo de la manera prevista y evitar que los fondos no
puedan ser ejecutados y no lleguen a sus destinatarios finales, los
artistas, gestores y productores artísticos.
5.
Que el FIA
del
2021 se convierta en un Festival
Nacional de las Artes para
no invertir recursos en contratación de grupos o invitados
internacionales. Creemos que es momento de dirigir la mayor cantidad
posible de los recursos a fortalecer a nuestro propio sector cultural
y abrirlo a la mayor cantidad y diversidad de artistas nacionales, de
todas las disciplinas: música, teatro, danza, circo, literatura,
artesanía, artes visuales y cine, entre otras. No queremos un evento
político, queremos un encuentro artístico y cultural que reconecte
al país con el verdadero significado de la celebración del
Bicentenario.
6.
Planificar la programación de las instituciones como el Teatro
Nacional de Costa Rica, el Teatro Popular Melico Salazar, la Compañía
Nacional de Teatro, la Compañía Nacional de Danza, considerando
aprovechar al máximo las obras de repertorio para reducir los costos
de producción e invertir esos recursos en alcanzar una mayor
cobertura de públicos de diferentes regiones del país que incluyan
los nuevos formatos digitales; así como priorizar la generación de
empleo y coproducciones con una gran diversidad de artistas
independientes, de forma que se promueva una sostenibilidad económica
para los artistas.
7.
Construir con urgencia una plataforma robusta de convenios, alianzas
y encadenamientos productivos con otros ministerios como los de
Educación, Salud, Turismo, Agricultura y Ganadería, Economía,
Industria y Comercio. Y con las municipalidades y muchas otras
organizaciones públicas y privadas, para apoyar con nuestros
conocimientos y especialidades las áreas de capacitación,
entretenimiento y recreación, y acompañar al país en las nuevas
necesidades de educación y salud física y mental que han surgido a
raíz de la pandemia.
8.
Poner a disposición de los creadores independientes y trabajadores
del sector, todo el apoyo humano posible y los recursos
institucionales materiales que existen en las bodegas de las
instituciones culturales (Centro de Producción Artística y
Cultural, el Teatro Nacional, el Teatro Popular Melico Salazar, La
Compañía Lírica, la Compañía Nacional de Danza, la Compañía
Nacional de Teatro y el Centro Costarricense de Producción
Cinematográfica; como insumos de vestuarios, escenografías,
utilerías, equipos y apoyar con el personal disponible en la
construcción de escenografías y la confección de vestuarios, y de
otras necesidades con las que puedan ser solidarias dichas
instituciones para dinamizar la producción.
9.
Colocar a disposición del sector artístico los teatros que tienen
mayores posibilidades de ser adaptados a las nuevas necesidades de la
programación como el Teatro de la Aduana, el Teatro de la Danza, Las
Torres del Cenac, las Casas de la Cultura, las bibliotecas, entre
otros espacios; y generar toda la apertura mental, la simplificación
de trámites y el apoyo posible para agilizar su utilización de
formas creativas y sostenibles económicamente.
10.
Negociar recursos financieros específicos del fondo de Banca
para el Desarrollo,
con montos destinados por el estado para apoyar a las organizaciones
culturales con créditos más blandos. Esta acción debe ser
negociada y promovida por el MCJ y el Ministerio de Economía
Industria y Comercio MEIC, de forma que se suavicen los requisitos y
se haga posible acceder a los recursos de forma real.
11.Suspender
el cobro del IVA para las actividades artísticas nacionales, durante
el 2020 y el 2021, mientras dura la recuperación del sector, según
un reglamento que lo norme.
12.
Suspender el cobro del Impuesto de Espectáculos Públicos a las
salas de teatro con un aforo menor a 200 personas y que alberguen
espectáculos nacionales de cualquier índole, según un reglamento
que lo norme.
13.
Negociar con las municipalidades para que suspendan el cobro de
impuestos a las salas de teatro con un aforo menor a 200 personas y
que alberguen espectáculos nacionales de cualquier índole, galerías
de arte y academias artísticas, según un reglamento que lo norme.
14.
Que se anuncien los ganadores de la convocatoria de Proartes 2020.
Así, aunque los proyectos sean ejecutados en el 2021 los ganadores y
sus contrapartes podrán planificar sus actividades y evitar la
pérdida de los apoyos logrados por las organizaciones; valorando,
además, el esfuerzo y la inversión de tiempo y recursos para la
aplicación y evitando una competencia desmedida de participantes en
la siguiente convocatoria.
LA
CULTURA COSTARRICENSE MERECE TODA NUESTRA PROTECCIÓN EN TIEMPOS DE
PANDEMIA
Asociación
de Producciones Artísticas Educarte,
6 de junio del 2020.
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