Fui invitada al Teatro Popular Mélico Salazar a
disfrutar del cierre del Festival de Danza Contemporánea. Una vez
más, solo me dejé llevar por la invitación y el amor a este tipo
de danza y sin conocer la academia que se iba a presentar para hacer
el cierre o la temática de la presentación, asistí al evento sin
tener expectativas fijas al respecto. Y me encantó. No creo que
olvide todas las sensaciones que me hizo sentir, ni la conmoción que
hizo sentir a quienes estaban conmigo. Es difícil describir con
palabras lo que sientes con el cuerpo, saber que esos artistas se
desnudaron frente al público y quedaron vulnerables pero orgullosos
de su trabajo, de su mensaje, de sus cuerpos y como al mismo tiempo
hacen sentir vulnerable al público, son marcas que dejan que no se
olvidan.
El
arte de la representación, de la actuación, del poder recrear un
momento específico en tiempo y espacio en unos cuantos minutos en el
escenario, no solo la danza o el canto, sino la actuación de cada
artista en el escenario y la oportunidad de verlo en vivo, de ver a
cada artista darlo todo en ese instante sin importar el resto, no
tiene precio.
¡Esta
es la magia del teatro!
Ese
súper poder de tele transportarte de la rutina del día a día y de
nuestros pensamientos diarios, para llevarnos de viaje sin movernos
de nuestro sitio, para explotar nuestros sentidos de maneras
inimaginables, de hacernos llorar o reír, sentir miedo o
expectación, angustia o ternura, estrés o incertidumbre, la
capacidad de hacernos reflexionar y caer en cuenta de la realidad de
otros seres humanos, ese es el SUPER PODER DEL TEATRO.
No
es lo mismo tener cientos de oportunidades de grabar una escena
detrás de cámaras para una película, que una sola oportunidad de
crear un impacto, de despertar una emoción, así sea en un solo
espectador pero que ese espectador ya no podrá dejar de pensar en
cómo esa obra lo hizo sentir. La capacidad de traer un evento, una
época, un escenario ya sea del pasado, el presente o el futuro a un
momento de hoy, donde seamos capaces de apreciarlo en sus más
mínimos detalles, de experimentarlo en vivo, de poder tener cara a
cara a esa actor o actriz que lo está dando todo en ese momento
frente a vos.
Poder
colaborar ya sea desde la interpretación, de cómo dar el mensaje,
hacer aportes de escenografía, fotografía, o recomendación de una
obra, de un proyecto teatral me causa mucha satisfacción porque soy
consciente de ese nivel de trabajo, de la exigencia, de ese esfuerzo
que se traduce en transmitir. Si hay algo que me encanta es después
de un rato de estar viendo hacia al frente al escenario, es girar y
descubrir que no solo yo me siento así, que no solo yo estoy
llorando, que no solo yo salté o grité o no solo yo me río a
carcajadas que hasta mi estómago duele, sino que estoy acompañada
de muchos partícipes más que comparten mi sentir, que saben bien
cómo me siento y que me hacen sentir comprendida. Éstas son muchas
de las razones por las que me apunto a trabajar en el teatro. Por las
que me gusta asistir al teatro, estar presente, estar consciente de
cómo cada artista se empodera y lo da todo en ese momento, en ese
escenario, para vos, para comunicar, para trascender, para provocar
un cambio. Eso es Raíz Teatro, CREER, CREAR, CRECER.
Marianela
Pacheco
Arquitectura/Propietaria
de Ceres Catering Service
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