Hola,
soy Katherine LaPey Peytrequín Gómez; directora general y artística
de Raíz
Teatro.
Ya casi cumplo 41 años y soy adicta al estudio. Me encanta estudiar,
quizá por eso tengo varias carreras universitarias en mi haber.
También me encanta disfrutar cuando hago lo que apasiona.
Soy
parte del gran porcentaje de personas que tuvieron que pasar por
varias carreras universitarias (Ingeniería Mecánica, Enseñanza del
Inglés, Administración Pública) para llegar a conocer la que
realmente me apasionaba: Teatro.
Una mañana soleada, estaba sentada en el “pretil” de la UCR y
apareció una amiga de mi colegio (menor que yo) y me dijo: “Mae
Pey, usted sería buenísima en teatro. Debería ir a hacer la prueba
de aptitud, en este momento están en inscripción”.
Yo,
para ser honesta, no tenía idea que existiera la carrera
universitaria en Teatro (Artes
Dramáticas,
se llama en la Universidad
de Costa Rica)
pero Susan me dijo aquello, me levanté y me fui a la escuela de
Artes Dramáticas a inscribirme. Hice la prueba, la pasé.
No
fue fácil. Mi mamá “me echó” (porque fue solo un decir) de la
casa, me reclamó por años: “¿Para qué le pagamos un colegio
privado? ¡Tan inteligente usted y en eso! ¡Se va a morir de
hambre!”. Estuve asustada por un par de años por aquellas palabras
de mi madre, que eran las mismiticas palabras de toda la sociedad.
Un
gran amigo mío (fraile franciscano), también mi guía espiritual en
aquel entonces; me dijo tajante: “Kath, esa es tu carrera, ¿A qué
le tenés miedo? Esa es tu carrera, No le hagás caso a lo que digan
los demás. Andá al cine con tu mamá a ver Billy Eliot, les va
hacer bien a las dos”. Fuimos al cine. La película me hizo muy
bien, a mami no: salió odiándola.
Estudiaba
dos carreras a la vez, bueno toda mi carrera de Teatro la llevé
junto con otra carrera. Primero con Ingeniería, luego con Inglés y
por último con Administración. Terminé mi bachillerato en Artes
Dramáticas primero. Saqué la Licenciatura y para rematar la
felicidad: me quedé trabajando en la Escuela de Teatro de mi Alma
Mater.
Ya
luego de sacar la Licenciatura en Artes Dramáticas saqué otros
títulos (Docencia, Administración Educativa y Bibliotecología);
todos mis trabajos están relacionados con el teatro. Y esto, se lo
agradezco a la vida cada día. Agradezco hacer teatro en la vida y
que la vida me deje hacer teatro.
¿Por
qué hago teatro?
Porque
el teatro es arte y cultura.
Por suerte, cada día se va dejando la nefasta idea que Arte/Cultura
es sólo Bellas Artes (pintura, escultura) y Música; y vamos
entendiendo, como sociedad, el significado que da la UNESCO de
cultura:
“...la
cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos
distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que
caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además
de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos
fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones
y las creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de
reflexionar sobre sí mismo.” (Conferencia Mundial sobre las
Políticas Culturales; México, 1982. Puede ampliarse en
www.unesco.org)
Porque
el teatro forma e informa.
Gracias al arte nuestra sociedad mundial tiene una herramienta para
procesos de enseñanza-aprendizaje más inclusivos, senti-pensantes y
dinámicos. Gracias al arte, nuestra sociedad mundial tiene a través
del teatro, un medio para reflexionar sobre temas sociales,
políticos, económicos, del ser humano; entre otros.
Porque
el teatro transforma.
El arte es revolución. Quienes hacemos teatro revolucionamos cada
ensayo, cada función; el espectador también. Una función de teatro
nunca es igual a la anterior. Es arte vivo que toca fibras sensibles
y neuronas. A través del teatro hay catarsis (efecto
purificador que causa cualquier obra de arte en el espectador.
Expulsión
espontánea o provocada de sustancias nocivas al organismo), a través
del teatro hay terapia. Un espectador nunca debería salir de una
función de teatro siendo la misma persona que entró.
Porque
el teatro hace Fraternidad.
De hecho, las Artes Escénicas (Teatro); de todas las artes, es la
más viva porque dependemos de los seres humanos para nuestro
quehacer. Tanto para realizar nuestro trabajo (ensayos, producciones)
como para compartir el resultado (puesta en escena, función de
teatro); en ambos casos se requiere de la comunidad, de la
fraternidad. Por eso en Raíz Teatro, somos una compañía
interdependiente de teatro; y uno de nuestro valores esenciales es la
Fraternidad. La fraternidad es la unión y buena correspondencia
entre un grupo de personas. Nos
encanta compartir nuestro trabajo.
Porque
el teatro es investigación. El
teatro logra cada día que descubra cosas nuevas. Para hacer teatro,
se debe investigar mucho. Me encanta investigar, documentar y
compartir toda esa investigación. Para hacer teatro es esencial
saber
de todo un poco.
Porque
el teatro me hizo acercarme a mi.
El
teatro me
hace
conocerme mejor. Me hace explorarme siempre, me hace retarme y amarme
cada día. El teatro siempre me pone frente a un espejo y me dice:
Usted es capaz Pey, es capaz y sí puede.
Katherine
LaPey Peytrequín Gómez
Directora
General y Artística de Raíz Teatro
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